Hermosillo, Sonora, 25 de febrero de 2023
Ayer, desde las primeras horas del día hasta ya entrada la tarde, miles de maestras y maestros respondieron de manera ejemplar al llamado de sus Consejos Técnicos Escolares que, en su cuarta sesión ordinaria, realizaron todos los colectivos docentes del estado que, hoy por hoy, pasan por un momento crucial de alto calado; tienen en sus manos la grandiosa y fecunda encomienda de transformar la educación básica, poniendo en relieve el desarrollo integral del alumnado, el bienestar y la felicidad de todos y cada uno de las y los actores educativos.
Ya antes, habían hechos lo propio: preparado encuentros de zona escolar, reuniones de lectura y análisis, diálogos e intercambios de opiniones, además de preparación de exposiciones, entre otros menesteres técnicos y organizativos.
Tanto empeño pusieron para estar, llegada la hora de la cita de los concejales, a la altura de sus responsabilidades éticas, profesionales y, sobre todo, de su compromiso con el cambio educativo, que una supervisora de preescolar se manifestó segura: "yo estoy muy confiada para el día de la cita con el Consejo Técnico". A decir de ella, llevaban horas estudiando, analizando y deliberando sobre el nuevo plan de estudio y lo que serían los temas de agenda, todo bajo la conducción del Jefe de Sector. Más adelante, abundó la misma supervisora: "cada vez nos adentramos más, conocemos mejor y nos aproximarnos al dominio y apropiación de su contenido".
Si nos atenemos a lo dicho por la supervisora en cuestión, o partimos del dicho que a la letra dice: para muestra basta un botón, entonces resulta creíble que el cambio educativo continúa viento en popa; avanza a paso firme y sostenido.
Atrás quedaron aquellos días aciagos del pasado mes decembrino, cuando el magisterio no daba con bola; sentía dar pasos de ciego; era preso de angustias, irritaciones y crispaciones, todo un monumento de incertidumbres motivadas por desconocimientos y preocupantes vacíos de información pertinente.
Todo eso, exacerbado por el hecho de tener en puerta lo que sería su primer encuentro con el taller de formación continua de inicios de enero; pero visto a poco menos de un par de meses atrás, la visión magisterial es otra; ya se palpa un cambio radical que augura un buen porvenir al proceso de transformación educativa en curso.
Otra supervisora de educación primaria, afirmó con cierto timbre de orgullo, "ahora ya no es lo mismo, sí hay dudas entre muchos maestros jóvenes, pero lo bueno es que veo en ellos una actitud positiva y traen en la punta de la lengua el nuevo lenguaje educativo; lo manejan con propiedad y soltura".
En efecto, hablar de codiseño, ejes, campos formativos, programas sintéticos y analíticos, o de los principios filosóficos y postulados pedagógicos de la Nueva Escuela Mexicana, ya forma parte del contenido del discurso educativo del magisterio en servicio, incluso del que está en formación, ya que no pocos estudiantes normalistas participan de los consejos de referencia.
Todo eso y más, yo lo vi con mis propios ojos, lo oí con mis propios oídos; nadie me lo contó, no son rumores artificiales. Fui testigo presencial y ocular de los desarrollos de los consejos referidos aquí mismo.
Allí estuve, no como simple observador, sino como sujeto activo, tomando la palabra, compartiendo interpretaciones e intercambiando puntos de vista. En palabras metafóricas, metiendo el hombro, empujando junto con los concejales y remando con ellos del mismo lado, tras el deseo sincero y la convicción de hacer de esta transformación educativa una utopía concreta, con lo que escribiremos juntos, con letras de oro, las mejores páginas de la historia de las reformas educativas.
¡POR EL BIEN DE LA ESCUELA, PRIMERO LA TRASFORMACIÓN EDUCATIVA!
¡POR EL BIEN DEL CAMBIO EDUCATIVO, PRIMERO EL TRABAJO PARTICIPATIVO DEL MAGISTERIO!
Nota: El autor es Subsecretario de Educación Básica de la SEC en Sonora.