Hermosillo, Sonora, 21 de noviembre de 2022.
¡VIVA MADERO! ¡MUERA EL MAL GOBIERNO! Fueron gritos de esperanza, hartazgo e indignación a la vez, que se oyeron antes y durante el estallido de la revolución novembrina, que luego del fraudulento proceso electoral de 1910, el pueblo digno, arengado por Madero, no tuvo otro camino que tomar las armas para derrocar al eterno dictador Porfirio Díaz, quien tenía más de tres décadas medrando a costillas del pueblo, entronizado en el poder político y sacando provecho a manos llenas en beneficio propio y de un séquito de allegados suyos, mientras la gente de a pie se hundía en la miseria, sufría despojos y abusos despiadados.
Como bien lo explicó ayer en su discurso conmemorativo, el presidente Andrés Manuel López Obrador:
"Con el porfiriato comenzó la época de los grandes negocios al amparo del poder público. Por ejemplo, en mayo de 1881, se llevó a cabo una maniobra que puede considerarse precursora de las prácticas del influyentismo y de la corrupción política del México moderno. El secretario de Hacienda, Francisco de Landero y Cos, vendió a Ramón Guzmán, Sebastián Camacho y Félix Cuevas 36 mil acciones de la línea de trenes de México a Veracruz, inaugurada por Lerdo que, hasta entonces, era la única vía férrea en el país. El gobierno aceptó que le pagaran por cada una de las acciones de la empresa 12 libras esterlinas, cuando ese mismo día en la Bolsa de Londres estas se cotizaban en 16 libras y la tendencia iba al alza. Uno de los compradores y beneficiarios del fraude era Ramón Guzmán, quien seis meses después firmaría como testigo de Carmelita en su boda con Porfirio.
"Es un mito, una mentira alentada por los conservadores que en esa dictadura se gobernó con honradez y disciplina administrativa y financiera. Por el contrario, allí empezó la política del rescate de la quiebra a las empresas de los potentados, tipo Fobaproa. Estas decisiones en beneficio de las élites fueron en buena medida responsables del endeudamiento del país, que llegó a ser equivalente a cinco veces su presupuesto anual. Por lo demás, la corrupción política prevaleció en todo el periodo porfirista".
Convencido de que el proceso electoral no era una vía efectiva para cambiar de gobierno, Madero llamó al pueblo a tomar las armas mediante el histórico Plan de San Luis, que mandaba iniciar la lucha armada el día 20 de noviembre, a eso de las seis de la tarde, aunque no faltó quienes se levantarán con armas en menos tiempo antes.
A 112 años de aquella gloriosa gesta, ayer conmemoramos su proeza, y recordamos con un solemne y majestuoso desfile, que combina varias decenas de contingentes diversos, que ilustran y sintetizan las cuatro etapas de la historia nacional, que en términos esquemáticos hacen referencia a la Independencia, Reforma, Revolución y la etapa actual; o sea, la Cuarta Transformación.
Nota: El autor es Subsecretario de Educación Básica de la SEC en Sonora.